No hace mucho alguien me pregunto, en tono irónico a que escuela había ido y contesté, te diré en que escuela he estado, y en la que todavía estoy. He estado en la escuela de la vida, y ella me ha enseñado, que hay que tener confianza, porque muchas veces lo que uno ve o cree ver no es la realidad. Me enseño que no hay que hacer una montaña de un grano de arena porque es irreal y no merece la pena. Me enseño que hay que saber escuchar, mirarse al espejo y ponerse en el otro lugar, para poder hablar.
Me enseño que cuando se quiere a alguien, se lucha por esa persona. Me enseño a tener paciencia con las personas que no piensan como yo y a comprenderlas. Me enseño que no merece la pena perder el tiempo y sufrir por tonterías, que la vida pasa en un suspiro. Me enseño que el tiempo perdido no se puede recuperar y hay que saberlo emplear. Me enseño que se puede luchar un tiempo por una causa y aceptar si la causa es perdida,Me enseño que hay que ponerse en el lugar de la otra persona, he intentar comprender el porque. Me enseño a ser honesto con la persona que se quiere, a serla fiel, ser feliz y compartir con ella sus penas y alegrías. Me enseño a que cuando comenten injusticias conmigo, no soportarlas, y revelarme contra ellas. Me enseño a decir no, cuando esperaban que dijese si. Me enseño que nadie debe gobernar la vida de nadie, porque somos libres para elegir y decidir. Me enseño, que mi vida es mía y de nadie mas. Me enseño a decir adiós cuando no quería, pero si debía, Me enseño que nadie puede hacerte daño si tu no quieres, Me enseño a perdonar, aunque no me lo pidiesen, Me enseño que la vida es un momento, y que continua a pesar de todo. Me enseño, que debo de seguir aprendiendo. En esa escuela aprendí y en esta escuela sigo aprendiendo Francisco Febrero 2014 |