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Las despedidas siempre son tristes y penosas, hoy he ido a despedirme y mientras iba conduciendo los 100 kilómetros que tenía que recorrer hasta mi destino, iba recordando los momentos tan agradables que siempre me hiciste pasar, es cierto, que también hubo situaciones en que los nervios me echaban chispas, pero sólo era por unos segundos, y todo se compensaba con la belleza que lucias y tú contacto, la paz que me producías, me compensaba incluso, hasta de tú frialdad, llegué al destino, y no quise que tú partida me nublase estos minutos que nos quedaban de estar juntos, quería disfrutar de ti, volver a sentir tu contacto, de regreso, iba pensando, cuando te volvería a ver, no se la fecha que regresaras, se que otras veces has hecho en invierno, de cualquier forma, esperare ansioso el momento en que descendiendo del cielo, como puntos luminosos, te poses en la tierra, y la cubras con tú manto blanco inmaculado, te esperare ansioso, NIEVE .
P/D no te preocupes sí me viste triste en la despedida, acaban de decirme que
está aquí la PRIMAVERA disfrutare de su luz y sus flores hasta que tú vuelvas
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